Las leyes naturales de la pareja
Desde que el Papa Paulo VI tomó posición - en la encíclica Humanae Vitae - frente a los problemas relativos al control de la natalidad, se ha entablado en el mundo entero una controversia cuya intensidad cada vez mayor es fácil de explicar si se considera que la Iglesia ejerce, por medio de sus doct...
| Otros Autores: | , , |
|---|---|
| Formato: | Libro |
| Idioma: | Castellano |
| Publicado: |
Caracas (Venezuela) :
Editorial Tiempo Nuevo
impresión 1971
|
| Colección: | Colección Hombre y Sociedad
|
| Materias: | |
| Ver en Universidad Pontificia de Salamanca: | https://catalogo.upsa.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=470752 |
Solicitar por préstamo interbibliotecario:
Correo
| Formulario
| Sumario: | Desde que el Papa Paulo VI tomó posición - en la encíclica Humanae Vitae - frente a los problemas relativos al control de la natalidad, se ha entablado en el mundo entero una controversia cuya intensidad cada vez mayor es fácil de explicar si se considera que la Iglesia ejerce, por medio de sus doctrinas, una influencia decisiva en la vida conyugal de sus fieles. Aun cuando las polémicas se originaron en torno al tema de "la pildora", ahora tienden a concentrarse más bien sobre lo que dicha encíclica -con miras en la conservación de la especie- estimaba como natural en el apareamiento, la armonía del matrimonio, la procreación y la educación de los hijos. Ahora bien, por cuanto laicos y teólogos, juristas, sociólogos y médicos han intercambiado sus opiniones sobre el particular sin tener a menudo un conocimiento suficiente de los factores naturales y de las leyes que éstos implican, era necesario que un biólogo tan eminente como Wolfgang Wickler -expresándose en una forma rigurosa pero accesible hasta para el lector menos avisado- generalizara los hechos en todo el reino de los seres vivos y revisara los métodos de formular e interpretar los problemas, estableciendo las normas de la unión sexual, la relación conyugal y el cuidado de la prole, y extrayendo al mismo tiempo algunas conclusiones fundamentales para el hombre. A partir de numerosos y fascinantes ejemplos -ilustrados por Hermann Kacher-, Wickler comprueba que la cópula y la procreación no son siempre inseparables; que engendrar hijos y mantener relaciones íntimas representan valores independientes entre sí; y que todo esto es igualmente válido para el hombre, quien, al menos a este respecto, no ocupa ninguna posición privilegiada dentro de la creación. Lo que el autor refiere sobre las costumbres eróticas de los animales, a la vez instructivo y divertido, invita a reflexionar: por qué algunos elementos de la conducta durante la crianza pasaron a ser componentes del preludio al acoplamiento; por qué estructuras invertidas de la actividad sexual neutralizan las agresiones, son señales de cortesía o están al servicio de una vinculación afectiva fuera del campo sexual; por qué incluso en el mundo animal es localizable un "control voluntario de la natalidad". . . Al fin de cuentas, el libro demuestra también que el Papa no fue bien aconsejado, pues su pieza didáctica desconoce o pasa por alto los resultados del análisis científico sobre el significado del acto conyugal en la vida amorosa y, por consiguiente, sobre el derecho a la profilaxis anticonceptiva. |
|---|---|
| Notas: | En la cubierta: "¿Somos pecadores? Las leyes naturales de la pareja" |
| Descripción Física: | 255 páginas : ilustraciones |
