La sexualidad perversa

Bajo el título común de "La sexualidad perversa" hemos reunido aquí varios estudios psicoanalíticos que ofrecen un panorama de las proximaciones y posiciones relacionadas con el problema crucial de la existencia de una estructura perversa. A partir de un caso espectacular de masoquismo per...

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Detalles Bibliográficos
Otros Autores: Barande, Ilse. autor (autor), M'Uzan, Michel de autor, Mc Dougall, Joyce autor, Major, René autor, Stewart, Sidney autor, Barande, Robert autor, David, Christian, 1929-2013 autor
Formato: Libro
Idioma:Castellano
Publicado: Buenos Aires : Granica 1975.
Edición:1a. edición
Colección:Psicoteca mayor
Materias:
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Descripción
Sumario:Bajo el título común de "La sexualidad perversa" hemos reunido aquí varios estudios psicoanalíticos que ofrecen un panorama de las proximaciones y posiciones relacionadas con el problema crucial de la existencia de una estructura perversa. A partir de un caso espectacular de masoquismo perverso, Michel de M'uzan revisa varias nociones tradicionales sobre el tema, principalmente en lo que respecta a las relaciones de la acción perversa con la angustia y la actividad fantasiosa, y el concepto de institnto de muerte. Según Yoyce Mc Dougall el perverso reinventa la sexualidad mediante la destrucción de fragmentos de la realidad exterior. De este modo consigue organizrse una vida sexual sin dejar de protegerse la propia identidad. Su creación erótica, obra "partenogenética" resulta, a fin de cuentas, preferible a la locura. Rene Major compara el discurso perverso con el discurso psicoanalítico. el primero se presenta al analista como un escenario de sueño que se enmascara con la realidad. El seguno se subvierte si la interpretación sustituye con lo inaudito, que es lo único, a la doble imagen de lo escuchado. Ilse Barande utiliza obras particularmente elocuentes para desvelar la organización de los conflictos ontogenéticamente fundados en la psicofisiología. Estos, fortalecidos y relanzados por sí mismos, sobreviven gracias al mantenimiento de una excitación que se estima en la medida que proporciona el sentimiento de existir. sidney Stewart considera que el fetichista identifica castración erotizada y acto sexual; la castración fantasiona del fetiche y su restauración mágica adoptan la forma de una complusión de repetición. El espectador sádico, por estar situado en la posición inversa a la de la víctima, se obseva en ella como en un espejo; por esto su actitud es testimonio de la compleja influencia que ejercen el super-yo y el narcicismo en esta perversión. Christian David propone individualizar con la denominación de perversión afectiva una configuración dinámica nueva, que corresponde aproximadamente a un fetichismo sin fetiche. En ella la participación psíquica se esaceba y la búsqueda del placer tiende continuamente a liberarse de la presión de los objetivos y de los objetos pulsionales habitauales. ¿Podríamos no ser perversos?, interroga finalmente Robert Barande y sugiere que los analistas hagan "un esfuerzo más todavía" a fin de atenerse a la urdimbre auténtica del proceso psicoanalítico, que manifiesta un común destino "perverso" en todas las manifestaciones de la sexulaidad humana. La premaduración, el escenario primitivo y el incesto y sus equivalentes serían los fundamentos de esta universalidad.
Notas:Traducción de: La sexualite perverse.
Subtítulo de la cubierta: estudios psicoanalíticos.
Descripción Física:178 páginas ; 21 cm