El conocer personal estudio del entendimiento agente según Leonardo Polo

Por Gabriel Martí Andrés Para Leonardo Polo, según nos dice en su Antropología trascendental, “el sentido principial del ser es innegable”. Pero “la persona no es principio, sino otro sentido del ser”: “el ser como persona humana es también radical, pero (…) dicha radicalidad no se debe asimilar a...

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Detalles Bibliográficos
Otros Autores: Sellés, Juan Fernando, 1961- autor (autor)
Formato: Libro
Idioma:Castellano
Publicado: Pamplona: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra D.L. 2003.
Colección:Cuadernos de Anuario Filosófico.Serie Universitaria, 163
Materias:
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Descripción
Sumario:Por Gabriel Martí Andrés Para Leonardo Polo, según nos dice en su Antropología trascendental, “el sentido principial del ser es innegable”. Pero “la persona no es principio, sino otro sentido del ser”: “el ser como persona humana es también radical, pero (…) dicha radicalidad no se debe asimilar a la noción de principio”. En definitiva, el acto de ser humano es irreductible al acto de ser del universo. Y consecuentemente, la antropología es irreductible a la metafísica. En efecto, el tratamiento metafísico del ser humano es meramente analógico, por extensión o extrapolación, y, de este modo, sin dejar de ser correcto, hace, no obstante, imposible el reconocimiento del ser personal en su auténtica singularidad y radicalidad: la consideración de los trascendentales en el hombre debe abrirse desde la antropología (como filosofía primera) y no desde la metafísica. En este sentido, Polo propone una ampliación de los trascendentales, añadiendo al elenco clásico de trascendentales metafísicos (esse, verum, bonum y pulchrum, que son los únicos que reconoce como tales) cuatro puramente antropológicos o, de forma más precisa, personales (aunque corresponden a la persona en cuanto que dotada de un espíritu inmaterial) completamente irreductibles al ser de la metafísica: la co-existencia, intimidad o ser segundo; la estructura donal de la persona, el amar que acepta o, de forma más simple, el amar donal; la libertad (trascendental); y la transparencia intelectual, núcleo del saber, intelecto como acto (o co-acto) o entendimiento agente (o co-agente). Pues bien, Juan Fernando Sellés dedica El conocer personal a éste último, seleccionando, ordenando y comentando de forma rigurosa y lúcida los textos más relevantes al respecto de las obras de Polo, algunos publicados y otros inéditos. Sellés divide el libro en tres partes bien diferenciadas. La primera es una revisión de la historia del pensamiento desde la antropología trascendental de Polo (en lo que se refiere al entendimiento agente). Y así distingue cuatro fases: el descubrimiento aristotélico de un entendimiento activo, las hipótesis neoplatónicas, árabes y judías, la interpretación tomista y la pérdida moderna de la noción de entendimiento agente. Especialmente destacable es la prolongación de la interpretación medieval y, dentro de ella, la asimilación del intelecto agente al acto de ser humano a partir de la distinción real. En el segundo capítulo el autor estudia la relación entre el intellectus ut actus y las demás instancias del entendimiento humano. Se trata de una completa síntesis de la teoría poliana del conocimiento, una teoría que, si bien no ha sufrido rectificaciones, sí que ha experimentado, como muy bien constata Sellés, una importante evolución en lo referente a la concepción del entendimiento agente, algo que tiene muy en cuenta nuestro autor en su exposición. Especialmente interesante por su importancia para el crecimiento intelectual es la ampliación de la función abstractiva del núcleo del saber (entendimiento agente) a las mismas operaciones de la inteligencia (entendimiento posible). El último apartado se centra en la trascendentalidad del entendimiento agente y en su convertibilidad con los demás trascendentales personales. Resulta difícil, tras la lectura de este capítulo, no pensar en Santo Tomás, pues el Angélico, al identificar la inmortalidad con el mismo ser del alma (co-existencia), pone, sin llegar a hablar de trascendentales personales, las bases de esta ampliación. Pero Polo va mucho más allá: la inmortalidad, en sí misma considerada, es posesión de un futuro metahistórico, es decir, libertad trascendental, y la libertad, como muy bien explica Sellés, se convierte con el amar personal y el entendimiento agente. En definitiva, “el entendimiento agente –como dice el autor en un artículo publicado con anterioridad a este libro- es el tema de mayor alcance de la teoría del conocimiento humano”. Y El conocer personal, con la brillantez de Polo y los desarrollos de uno de los más profundos conocedores del pensamiento tomista y la filosofía poliana, Juan Fernando Sellés, es uno de los estudios de mayor alcance acerca del entendimiento agente. Sin duda, una lectura obligada para cualquier investigador que pretenda estudiar con rigor y profundidad el conocimiento humano, ya sea desde un punto de vista gnoseológico, ya sea con un enfoque antropológico.
Descripción Física:169 páginas ; 24 cm
Bibliografía:Incluye referencias bibliográficas.