Érase que se era..
JESÚS HERNÁNDEZ. Reúne 140 cuentos de las tierras de Castilla y León. Entre ellos, algunos de Zamora. Joaquín Díaz agrupa en "Erase que se era" esos relatos tradicionales, llenos de regusto literario y sabiduría natural, que descifran algunas claves de la manera de ver y de entender la vi...
| Otros Autores: | , |
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| Formato: | Libro |
| Idioma: | Castellano |
| Publicado: |
Urueña :
Castilla Tradicional
2008.
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| Edición: | 1a. edición |
| Materias: | |
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| Sumario: | JESÚS HERNÁNDEZ. Reúne 140 cuentos de las tierras de Castilla y León. Entre ellos, algunos de Zamora. Joaquín Díaz agrupa en "Erase que se era" esos relatos tradicionales, llenos de regusto literario y sabiduría natural, que descifran algunas claves de la manera de ver y de entender la vida y el mundo de aquellas sociedades de nuestros antepasados. El etnógrafo, que efectúa la recopilación y el estudio, presenta la raíz (que es génesis y principio de todo) y su desarrollo (que es metamorfosis y progreso), que llevan directamente al conocimiento secular. Porque aquellos ofrecen, además, aspectos didácticos y lúdicos, prácticos y éticos, sobre el comportamiento humano, tan fuerte y tan débil (las ironías sobre el antiguo clero y sus conductas no son escasas), aunque se presenten, a veces, en forma de fábulas. En ese ensayo introductorio, Díaz destaca que «el cuento fue siempre una escuela de costumbres».
El zamorano señala que «nada en la vida de los individuos se produce aisladamente... Resulta imposible la comprensión perfecta de un hecho sin conocer las circunstancias que lo provocaron». Para el Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, «los cuentos populares nacen como resultado de esa tensión permanente entre dos principios cuyas fuerzas influyen sobre el ser humano y modifican su comportamiento: el bien y el mal, la vida y la muerte, la inteligencia y la estupidez, lo normal y lo que no lo es? No nos extrañe que los protagonistas o los personajes de esos relatos aparezcan bajo capa de animales o caracterizados en profesiones de cierta relevancia social. Tampoco debe extrañarnos que los héroes estén forjados en la desgracia o en la adversidad». Su entidad se fortalece «en el ejemplo, en sus capacidades para sobreponerse al destino». Y se refiere, también, a la escasa valoración que el mundo ilustrado suele mostrar hacia el cuento: «el desprecio secular de los "hacedores" de la cultura escrita hacia aquello que oliera a rusticidad y que llegaba a incomodarles por no comprenderlo pese a toda su ciencia». Cree que «la economía, así como la moral y las costumbres, han tenido mucho que ver en estos súbitos amores y desamores por el cuento y otras manifestaciones orales». Y no es raro, «ya que en la propia entraña del relato hay siempre un mensaje más o menos oculto, y ese mensaje puede incomodar o resultar apto para los fines de quienes gobiernan o dominan la sociedad».
Joaquín Díaz considera, asimismo, que el cuento «es siempre proposición, expresión», y ofrece, aunque con reservas, esta definición: «es la narración intencionada de una historia». Sin embargo, «el género depende en gran medida de los transmisores y de su lenguaje»... El volumen se divide en seis secciones: "Astucia y necedad" (engloba a 63 relatos), "Valentía y cobardía" (14), "Bondad y maldad" (17), "Riqueza y pobreza" (4), "Prudencia e imprudencia" (29) y "Lo natural y lo sobrenatural" (12). Otros dos zamoranos ayudan a Joaquín Díaz a recopilar los relatos (algunos, en Villardiegua de la Ribera): Luis Díaz y Alberto Jambrina. El libro, editado por Castilla Tradicional, es ilustrado por Santiago Bellido. |
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| Descripción Física: | 252 páginas: ilustraciones |
| ISBN: | 9788493687519 |
