Sumario: | Secularización, pluralismo, diferenciación de los ámbitos y autonomía de los distintos saberes: tal es la sociedad moderna. Pero ¿qué lugar puede ocupar en ella la Iglesia? En contra de los peligros mortales del nihilismo y de la idolatría, y rechazando tanto la hegemonía del cientifismo como la de cierto dogmatismo teológico, Paul Valadier invita lúcidamente a la Iglesia y a los cristianos a estar presentes y a afirmar su identidad en la nueva era inaugurada por el Concilio Vaticano II. Ninguna sociedad está totalmente secularizada o "desencantada". La modernidad es ambigua, y la indiferencia y nuevas formas de expresión o de sensibilidad religiosa coexisten ante nuestros ojos. La Iglesia, interlocutora y parte interesada en el diálogo, tiene un papel que desempeñar en el debate acerca de los fines de la sociedad, a condición de que suscite en su seno libertades responsables y conciencias instruidas por unas convicciones firmes. Más allá de las nostalgias y las ingenuidades que a veces surgieron a raíz del Concilio, este sólido e incisivo ensayo ofrece una visión de la Iglesia y de nuestra sociedad sin ningún tipo de concesiones, poniendo de relieve los desafíos de la modernidad y no ocultando en lo más mínimo la amplitud de los problemas que la Iglesia debe afrontar y del "proceso" en que se encuentra. El resultado es una apremiante llamada a la libertad, a la imaginación y a la fe. PAUL VALADIER, jesuita, profesor en el Centro "Sèvres" y en el Instituto de Estudios Políticos de París, ha sido, hasta hace unos meses, redator-jefe de la revista Études. Es autor, además, de un ensayo sobre Nietzsche et la critique du christianisme (1974) y de varios ensayos politicos y religiosos, entre ellos Agir en politique. Décision morale et pluralisme politique (1980).
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