Puesto que todo está en vías de destrucción (reflexiones sobre el fin de la cultura y de la modernidad)

Fabrice Hadjadj presenta algunas ideas de su reflexión sobre la cultura. Cuando la cultura pierde el sentido de lo religioso se extravía y se convierte en demiurgia o en idolatría. J. Maritain, en su obra Religión y cultura, nos enseñó que la pobreza evangélica, también en lo referido a la cultura,...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Otros Autores: Hadjadj, Fabrice, autor (autor), Montiel, Sebastián, traductor (traductor)
Formato: Libro
Idioma:Castellano
Publicado: Granada : Editorial Nuevo Inicio 2016
Edición:Primera edición
Colección:Areópagos.
Materias:
Ver en Biblioteca del Instituto Teológico San Fulgencio:https://kohasociados.upsa.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=318176
Descripción
Sumario:Fabrice Hadjadj presenta algunas ideas de su reflexión sobre la cultura. Cuando la cultura pierde el sentido de lo religioso se extravía y se convierte en demiurgia o en idolatría. J. Maritain, en su obra Religión y cultura, nos enseñó que la pobreza evangélica, también en lo referido a la cultura, es la mayor riqueza. Pobreza como pureza de anuncio. Propongamos una ley: en las cosas materiales, los medios temporales ricos son superiores a los medios temporales pobres; en lo espiritual, los medios temporales pobres son superiores a los medios temporales ricos, proporción inversa. El término cultura viene del verbo latino colere, que significa cuidar, pero también honrar y habitar. Hölderlin escribió aquello de que «el hombre habita poéticamente». Hannah Arendt sostenía que el verbo colere «remite en principio al comercio del hombre con la naturaleza, en el sentido de cultivo y cuidado de la naturaleza con el fin de llegar a hacerla adecuada a la habitación humana». El ámbito originario de la cultura es la tierra –de ahí la importancia también de la cuestión ecológica, como nos ha hecho entender el Papa Francisco–.
Descripción Física:X, 186 páginas : 22 cm
ISBN:9788494506963