| Sumario: | En el meollo de esta obra está un pensamiento (resultado de una prolongada práctica): la crisis depresiva es, por excelencia, la enfermedad del hombre "perdido", ausente de sí mismo, ausente de los que él ama, el cual arrastra, en su neurosis, todo su entorno. Pero la experiencia depresiva puede tomar un carácter dinámico, y echar luz sobre un secreto, manifestar el empuje de las fuerzas subterráneas que tenemos en nosotros, puede conducir a una resurrección y revelar el placer totalmente nuevo de estar en sí mismo y en el mundo. En vez de mantener el eterno discurso profesional en una formulación más o menos dogmática, Yves Prigent, después de 15 años de experiencia psiquiátrica, libera aquí su palabra de hombre, abierta y expuesta. Es el lenguaje de uno que sufre con los que sufren, sana con los que él cura y por ahí puede tocar e iluminar un gran número de pesonas relacionadas directamente o no con la neurosis. Por esto, sin referirse a una ideología determinada, no ha procurado atenuar nada de lo que hay de apasionado y de polémico en su exposición. Raros son los especialistas que tienen el don de olvidar su saber y ceder a la intrepidez del corazón. En el contacto de sus pacientes el autor ha descubierto la realidad de una fe primordial: la confianza vital, sin la cual la fe tiene simplemente el riesgo de no ser sino una crispación del espíritu.
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