Los cinco discursos teológicos : Biblioteca de patrística

De los tres grandes capadacios, Gregorio Nacianceno (330- 390 ca.) destaca por su oratoria. Fueron precisamente sus "Cinco discursos teológicos" -un auténtico clásico- los que le merecieron el título de "el Teólogo". Hijo de padres cristianos, recibió una esmerada educación en lo...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gregorio Nacianceno (-)
Otros Autores: Díaz Sánchez-Cid,José Ramón
Formato: Libro
Idioma:Castellano
Publicado: Madrid Ciudad Nueva 1995
Materias:
Ver en Biblioteca IEBA Jerusalén:https://kohasociados.upsa.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=4146
Descripción
Sumario:De los tres grandes capadacios, Gregorio Nacianceno (330- 390 ca.) destaca por su oratoria. Fueron precisamente sus "Cinco discursos teológicos" -un auténtico clásico- los que le merecieron el título de "el Teólogo". Hijo de padres cristianos, recibió una esmerada educación en los centros culturales más prestigiosos de la época. La influencia de su amigo Basilio (el Grande) y la autoridad de su padre marcaron su vida. Su íntima vocación monástica se vio en gran medida frustada por las varias solicitudes ministeriales, como obispo de Nacianzo y de Constantinopla. su vida se debatió, pues, entre la huida al desierto reclamada por su atracción hacia la vida solitaria y la vuelta al ministerio exigida por su profundo sentido del deber. Sus "Cinco discursos teológicos" fueron pronunciados siendo Gregorio obispo de Constaninopla, en defensa de la ortodoxia nicena frente a las doctrinas arrianas. Se denominan teológicos porque tienen por objeto a Dios mismo en su unidad y trinidad. Su teología revela una conciencia muy clara de la incomprensibilidad de Dios y una oposición radical a la pretensión racionalista de conocer la misma naturaleza divina. Poco podemos saber o decir de realidades tan inefables como las que acontecen en el seno de Dios. Ello exige del teólogo el sometimiento a unas leyes: de las cosas santas hay que hablar santamente; de Dios no se puede discutir a destiempo, sin medida, sin la debida reserval El oficio de teólogo, es, para Gregorio, ante todo una vocación cristiana. De ahí que requiera fe en la revelación divina y que haya que dar la palabra en primer término a la Sagrada Escritura. La presente traducción es la primera, según nuestras noticias, en lengua castellana.
Notas:Gregorio Nacianceno ; introducción, traducción y notas de José Ramón Díaz Sánchez-Cid
Descripción Física:283
ISBN:9788486987923