Sumario: | En la Edad Media, los bordadores repartían riqueza y categoría social, ya que suministraban a la Iglesia y a sus aritocráticos clientes una espléndida variedad de ornamentos religiosos, vestimentas y colgaduras. Si bien constituía un pasatiempo habitual de las mujeres, el bordado profesional era ocupación de uno y otro sexo, en ocasiones en empresas familiares. Los talleres podrían expandirse de reyes. ¿Dónde aprendían su oficio los bordadores? ¿Estaban bien pagados?¿Qué técnicas utilizaban? ¿Quiénes diseñaban y dibujaban para ellos? La autora responde a estas y otras muchas preguntas, reafirmando las investigaciones conocidas y añadiendo nuevos materiales y documentos, para iluminar esas difusas figuras que tanto se afanaron en las obras que hoy admiramos en iglesias y museos.
Con una parte dedicada a explicar e ilustrar las técnicas del bordado, este libro será una valiosa fuente de información y de inspiración para todos aquellos interesados en este gran legado medieval.
Kay Staniland es curadora de la selección de trajes y tejidos del Museum of London.
Con 38 ilustraciones en color y 41 en blanco y negro.
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