Sumario: | Con nubosidad variable, la primera novela larga de Carmen Martín Gaite en catorce años, esta extraordinaria escritora ha logrado una de las obras maestras de la literatura española contemporánea. Sofía Montalvo y Mariana León fueron amigas en el colegio. Sofía, joven imaginativa, de carácter abierto, se ha visto atrapada en una oscura existencia de esposa y madre de familia. Mariana, cuya trayectoria amorosa resulta más confusa que apasionada, ha logrado convertirse en una brillante psiquiatra de moda. Al cabo de más de treinta años, el azar las hace coincidir en un cóctel y el recuerdo de su amistad desencadena en ambas una revolución interior que ha de ir creciendo a lo larrgo del libro. Sofía vuelve junto a un marido distante, absorto por el éxito profesional. Mariana, a su consulta de mujeres ricas y deprimidas y a una última relación sentimental que la hiere. Sin embargo, algo ha cambiado. En aquel cóctel, Mariana evocó la afición de Sofía por las palabras, animándola a escribir. Con la sensación de quien se dispone a ordenar el cuarto donde se amontonan miedos, objetos, presencias y fantasías, Sofía estrenará su primer cuaderno. Entretanto, Mariana, llevada por un insospechado rapto de inconsciencia, se ha marchado de Madrid sin avisar a nadie y, desde paraderos desconocidos, compone para Sofía cartas que no se atreve a echar el correo, y donde va tomando el pulso a su desintegración psicológica.
Nubosidad variable es así la historia de dos escrituras: Sofía y Mariana nos dirán, con voz propia, como transcurren sus vidas respectivas. Pero la novela es, quizá por encima de todo, la reconstrucción de una amistad. Como antaño se fundaban ciudades, Sofía y Mariana han erigido, por medio del lenguaje, una zona sutil en la que cabe lo que nunca se dijeron, las equivocaciones, los amores perdidos, los inesperados cambios de humor; un territorio común donde van rescatando, por surcos paralelos, aquel vocabulario cifrado de la adolescencia nacida al calor de complicidades literarias.
"El alma humana se parece a las nubes. No hay quien la coja quieta en la misma postura", escribe Sofía en uno de sus cuadernos.
Carmen Martín Gaite, dueña de un estilo que se mueve, magistralmente, con idéntica soltura en los diálogos, las invocaciones poéticas, la creación de personajes accesorios, los momentos de suspense o las asociaciones surrealistas, ha sabido captar esos cambios de postura, esos giros de alma de sus entes de ficción. Mientras se describen las incertidumbres de casi tres generaciones con una sabiduría nunca exenta de humor, por el aire pasan las nubes movedizas, por el aire van cruzando ráfagas de ensueños, recuerdos, indecisiones y deseos; por el aire, el lobo se convierte en llama de chimenea, la llama en centauro, el centauro en reloj, el reloj en pluma, la pluma en pañuelo, el pañuelo en llave, la llave en mano y la mano en libro donde se esconde tan variable nubosidad.
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