Sumario: | En nuestros días se reconoce abiertamente el potencial educativo que encierra el lenguaje audiovisual y se ha extendido la utilización de películas como herramienta educativa en las aulas y fuera de ellas. Más que cualquier otra obra de arte, el cine impacta en la sensibilidad, amplía la mente, permite encontrarse con gente de lugares, culturas y epocas distintas, pone en contacto con personalidades muy diferentes y reconfigura la vida ordinaria. Estas páginas recogen -desde la reflexión teórica y la experiencia práctica- ejemplos de los aspectos beneficos y los peligros del empleo del cine como instrumento educativo. Se abordan cuestiones antropológicas de gran calado en el análisis de El señor de las moscas (1990), Ojos negros (1987) y Doce hombres sin piedad (1957). Y se analizan cuatro películas protagonizadas por profesores: Un poeta entre reclutas (1994), La profesora de Historia (2014), Profesor Lahzar (2011) y El club de los Emperadores (2002).Su lectura enriquecerá y hará disfrutar a los amantes del cine y a los profesores que lo emplean como aliado en su tarea educativa -- Contracubierta
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