Sumario: | Una joven camina rápido sobre la nieve de las calles de Nueva York un día de invierno de los años veinte. Lleva una receta en el bolso que le permitirá adquirir en la farmacia una botella de vino para celebrar la Nochebuena con unos amigos. Estamos en plena ley seca. La joven es Concha Piquer, tiene apenas dieciocho años y lleva ya cuatro triunfando en los escenarios de Broadway, se ha visto envuelta en un homicidio y ha tenido contactos con la mafia. Llegó casi sin experiencia, sin conocer más mundo que la huerta y algún teatro de su ciudad, sin hablar otra lengua que no fuera el valenciano. Antes de volver a España y convertirse en símbolo de toda una época, deslumbra también en México y Cuba. La niña campesina regresa envuelta en glamour y dinero, con varios amantes a sus espaldas y un hijo secreto. A partir de entonces, su vida se cruza con la de escritores como Blasco Ibáñez o García Lorca, toreroscomo Antonio Márquez, políticos, boxeadores, actores y actrices... Lejos del estereotipo de la cupletista, Concha Piquer fue mucho más que eso o, para ser exactos, fue de todo menos eso. La historia de esta «mujer moderna» es también un retablo de una época de la historia de España, la de la posguerra y el franquismo. Y Manuel Vicent la recrea con una magistral mezcla de realidad y ficción, y un ingenio, una finura y una ironía sin igual en la literatura española -- Contracubierta
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