Sumario: | Los nacidos a partir de los ochenta crecimos en una burbuja de optimismo que un día estalló. Desde entonces, hemos vivido con la palabra crisis cosida a nuestros destinos y hemos visto cómo todas las ideas que teníamos sobre el futuro se han esfumado. La futurofobia es nuestra reacción a la sensación decepcionante de que a la vuelta de la esquina acecha el invierno, como en la letanía de Juego de Tronos. Caminamos en precario equilibrio por un alambre que conecta dos formas extremas de enfrentarse a esta vida incierta: la de refugiarnos en la nostalgia de una época en la que veíamos películas en VHS o la de abrazar el apocalipsis mientras compartimos memes. Nostálgicos y apocalípticos nos hemos dado por vencidos consiguiendo que el pesimismo se convierta en la principal seña de esta generación. Este libro es, al mismo tiempo, un análisis de cómo hemos llegado hasta aquí y una invitación a cambiar el rumbo, porque el futuro sí está en nuestras manos y podemos reescribir nuestra historia -- Contracubierta
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