Sumario: | El tema de la muerte es apasionante y puede ser tratado bajo muchos aspectos: filosóficos, religiosos... Yo creo que lo que os interesa es mi opinión de naturalista, de divulgador de las ciencias biológicas, y me gustaría contar algo que suele ser bastante desconocido, y es que la muerte no existió siempre en nuestro planeta. Hubo, posiblemente varios cientos de millones de años en que los seres vivos se reproducían dividiéndose en dos. Aquellas células del mar primitivo se dividían en dos células y estas a su vez en otras dos; entonces, no moría realmente ninguno de los individuos. Pero los avatares de la evolución inventaron, y permíteme que emplee esta palabra, esos seres más complejos que son como repúblicas de células. Muchas células que engloban y que guardan esas células primitivas, seminales, capaces también de combinarse, la del macho y la de la hembra, y empezar a dividirse, a dividirse hasta formar un nuevo ser. Entonces, no resulta nada raro que el hombre, a través de sus sentimientos religiosos, haya intuido la inmortalidad desde el principio de los tiempos.
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