Sumario: | "A imagen de la mágica novela de García Márquez, “El amor en los tiempos del cólera”, el Parlamento ha sobrevivido a las corrosiones del tiempo y a las vicisitudes de la edad. Hace ya un siglo, en 1921, Lord Bryce habló de la decadencia del Parlamento, y desde entonces se ha convertido en un lugar común afirmar que se trata de una institución en crisis. Sin embargo, la historia ha demostrado respecto del amor contrariado entre el ciudadano y su institución representativa que, como afirmó Harold J. Laski, la única alternativa a la Cámara de los Comunes es el campo de concentración. La pandemia del coronavirus ha supuesto un nuevo embate para las Asambleas Legislativas, cuyas exactas consecuencias no se han desvelado todavía hoy por completo, pero es evidente el desplazamiento −previamente ya ostensible− del centro de gravedad de la vida pública desde el Legislativo hacia el Ejecutivo y, fruto de su letargo, la puesta en cuestión desde distintos ámbitos y sectores de la esencia representativa que explica y justifica la propia existencia de la institución parlamentaria en el entramado de los poderes públicos. Para recuperarse de dicho embate es evidente que la institución debe acometer un profundo proceso de aggiornamento. Dicho proceso debe de tener como presupuesto una reflexión a fondo, de un lado, sobre el exacto alcance hic et nunc de las funciones que le son inherentes al Parlamento, singularmente tanto su función legislativa como el rol representativo que indefectiblemente le corresponde, del que deriva la función de control del Gobierno y de la Administración, más necesaria que nunca en las actuales circunstancias. Una reflexión, de otro, acerca del papel protagonista que las nuevas tecnologías tienen que asumir, pues, si se me permite la metáfora, los símbolos y las tradiciones no pueden seguir imperando en el Salón de Westminster. La pretensión de este libro es contribuir a dicha reflexión, por más que quienes suscriben no tengan el virtuosismo del alquimista mágico que escribió la maravillosa novela, explorando los entresijos del sentimiento amoroso entre los ciudadanos y su institución representativa: advertir lo que no se ha hecho correctamente durante la pandemia, como destacar lo que sí se ha hecho con acierto, es la única vía para, desde una pausada ponderación, sentar las bases que permitan modular el actual, e innegable, hiatus entre representantes y representados." (contracubierta)
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