Sumario: | "1820. El comandante Rafael del Riego obligó al absolutismo fernandino a juramentarse constitucional. La España del altar, el trono y las cadenas volvió a temblar. El Rey fue desafiado, no solo en las Cortes, también en la calle. El «Trágala» resonó desafiante.El sismo doceañista recorrió toda Europa. Y hubo réplicas en Portugal, el Reino de las Dos Sicilias, Grecia, Rusia y Bélgica. También en los territorios americanos. Un liberalismo revolucionario trasnacional quiso arrumbar la Europa de los congresos restauracionistas y las bayonetas santoaliadas. De gran susto pasó a ser una amenaza intolerable. El transformismo fernandino acabó derrotándolo con felonía. Su larga conspiración se granjeó la invasión borbónica francesa.«Trienio liberal», le llamaron. La reacción, ni perdonó ni olvidó. Legó a la historia española una visión fatalista y extranjerizante del liberalismo hispano. Preocupada por la posteridad, legitimó y justificó sus acciones contrarrevolucionarias en nombre de un pueblo supuestamente partidario de las «cadenas» y enemigo de innovaciones ajenas a la tradición católica española. Borró de la memoria popular unos Padres de la Patria constitucionales, un patriotismo cívico, la ilusión heroica por denostar mil años de feudalismo, la conquista de la libertad frente a la tiranía y su defensa aguerrida por los ciudadanos en armas.Pero 1820 también viajó a Ultramar. De ello se ocupa este libro. Y esta es la novedad historiográfica. También la América española se hizo constitucional. Una fiesta cívica se desató por numerosas poblaciones. Tras ella, un carrusel de procesos electorales conformó ayuntamientos constitucionales, diputaciones provinciales y llevaron a las Cortes a diputados nacionales. Una pléyade de derechos y libertades anunciaron el derrumbe del Antiguo Régimen americano. Rotas las cadenas, emergieron un sin fin de contradicciones entre la vieja estructura colonial, que se resistía a desaparecer, y los nuevos mecanismos de un estado liberal que pujaba por triunfar. Y todo ello en un escenario de guerra." [Fuente: Comares]
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