Sumario: | Durante más de un siglo, en todo momento, ha habido al menos un campo de concentración en funcionamiento en algún lugar del mundo. Al principio, los campos se utilizaron como parte de la estrategia militar, pero con el paso de los años fueron evolucionando en la dimensión de sus consecuencias y en el salvajismo con que los gobiernos los utilizaron. Ya bien entrado el siglo xxi, mientras seguimos calculando la magnitud y el horror del Holocausto, la Historia nos recuerda que hemos roto la promesa del «nunca más». Con este estremecedor trabajo, basado en documentos, registros, archivos y entrevistas realizadas por todo el mundo, Andrea Pitzer pone de manifiesto por primera vez la historia cronológica y geopolítica de los campos de concentración. Partiendo de la última década del siglo xix, la autora documenta este tipo de centros en todo el mundo y a lo largo de más de cien años. Desde Filipinas y Sudáfrica, en las primeras décadas del xx, al gulag soviético y los campos de detención en China y Corea del Norte durante la Guerra Fría, los sistemas de campos de concentración se han utilizado como herramientas para la «relocalización» civil y, sobre todo, para la represión política. A menudo se han justificado como una medida para proteger a una nación, e incluso para salvaguardar la integridad de los internos, pero en realidad siempre han sido emplazamientos brutales e inhumanos que han acabado con la vida de millones de personas. A partir de testimonios de primera mano, con una investigación meticulosa y haciendo gala de una gran erudición histórica, Andrea Pitzer saca a la luz los orígenes de este espantoso fenómeno, escudriñando y revelando finalmente la terrible herencia de los campos: atrocidades impensables, la fortaleza de los supervivientes e incluso los momentos íntimos y privados que también fueron parte de la vida en los campos de concentración durante el siglo pasado.
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