Sumario: | La Restauración francesa (1814-1830) fue el momento histórico en el que maduraron las grandes ideas políticas que han estado vigentes estos últimos doscientos años. El constitucionalismo, la libertad de prensa, la división de poderes, los partidos políticos, la separación del trono y del altar, se fueron imponiendo como respuesta política a las circunstancias históricas posteriores a la Revolución de 1789 . “Salvar la revolución y no a los hombres de la revolución” fue el lema del genio político François-René de Chateaubriand (1768-1848). Su inteligencia histórica le permitió moverse en el difícil ámbito de lo posible, proponiendo una monarquía adaptada a los nuevos tiempos y combatiendo los radicalismos de diferente cuño. En la obra política de Chateaubriand se puede observar el esqueleto del Estado-Nación en su última fase y ayuda a comprender, doscientos años después, su crisis. No obstante, de Chateaubriand también se aprende que los momentos de crisis son momentos de oportunidad. Abandonar lo inútil, conservar lo valioso y saber detectar las mejoras posibles forman parte del genio político. Las urgencias históricas, como pudo ser la presentada durante la Restauración francesa, o como podría ser la actual, provocan algenio político y despiertan las grandes ideas.
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