| Sumario: | El derecho ha sido desde sus orígenes, al menos en occidente, simultáneamente una práctica y un saber que se comparte, se transmite y se enseña. Al tiempo, ha sido objeto de enseñanza tanto la solución del caso concreto (casus/responsa), como las reglas que la determinan (regulae/praecepta) y, por conexión de soluciones, las razones que las producen (ratio/concepta). Por abstracción de razones se elaboran posteriormente, sin salir de ese saber particular, "instituciones" y, en un momento ulterior, la idea misma de "sistema" o conjunto ordenado, sustituye a la simple suma y exposición secuencial del ordo iuris. Cada uno de esos aspectos ha sido objeto de elaboración conceptual y práctica docente, han sido objeto de una transmisión cultural que es también, en trazo muy grueso, un esquema de la evolución de la ciencia jurídica. A la vista del esquema la pregunta debe ser: ¿Qué ha de ser objeto de enseñanza jurídica hoy? ¿El responsa del casus? ¿las regulae de los preceptos? ¿la ratio/conceptos de las misma? ¿las instituciones que dan unidad de sentido a los conceptos? ¿o el sistema jurídico-administrativo en su conjunto? ¿Hacia dónde debemos los juristas docentes hoy dirigir principalmente nuestra atención? La segunda cuestión es la relativa al como realizamos la transmisión docente de ese saber, pues, ya se ha anotado, la práctica del audire (enseñanza oral) dio paso al instruire (fijación por escrito de la información), al leer y memorizar, pero también al disputare medieval. También queda apuntada la problemática general del "curso", "manual" o texto docente de referencia.
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