Sumario: | En cine, contar la historia «de forma perfecta» no es fácil cuando se pasa del papel a la escena. Ante todo se requiere un guion dotado de tensión dramática, que el director pueda reconstruir en imágenes vivas durante su lectura. Pero, ¿cómo escribir un diálogo con fuerza visual? ¿Es posible trasladar el conflicto interior de los personajes a sus vestuarios o al diseño de las localizaciones que habitan? El autor explora este viaje desde el guion a la pantalla. Para ello propone los siete componentes de la imagen como recursos dramáticos de tensión visual, y emplea abundantes ejemplos de realización: planos memorables surgidos a partir textos originales de guiones, clásicos y más recientes, como Billy Elliot, Interstellar, El padrino, El silencio de los corderos, Gravity, Taxi Driver, Eduardo Manostijeras, El viaje de Chihiro o Kill Bill.
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