Sumario: | La irrupción de las revueltas árabes, que inundó los medios de comunicación hace cuatro años, parece haber desaparecido por las guerras y ataques yihadistas de 2015. En palabras del prologuista Javier Martín, “las primaveras árabes han revelado que los actuales problemas de justicia social no pueden resolverse con las viejas fórmulas que dominaron la política del siglo pasado, como las de apoyar dictaduras (Egipto) o desencadenar guerras (Libia). Es más, la frustración creada por el fracaso de esas revoluciones ha acelerado los procesos de radicalización (como el arraigo del Estado Islámico) y demostrado lo necesario y urgente que es el fin de ese siglo XX”. Entender lo que sucede desde Rabat a Bagdad es, cada vez más, un asunto local de un mundo interconectado, como comprobamos cuando nos alcanzan las consecuencias de los conflictos. Sin atención a las voces locales, sus testimonios y "un coactivismo en pie de igualdad", como acierta en señalar Santiago Alba Rico, nos arriesgamos a reforzar elecciones indeseables: yihadistas, dictaduras o intervenciones militares. ¿Qué queda de las revueltas árabes? es un libro de reportajes sobre Túnez, Egipto, Libia, Siria, Bahréin, Jordania, Palestina y Turquía que pretende registrar el cambio de visión de 2011, cuando “por primera vez, el Norte miró al Sur con cierto respeto” (Leila Nachawati). Y lo hace acercando el foco a los activistas para, desde sus aciertos y errores, abrir el plano a otras miradas, de políticos y expertos, y trazar algunas claves de un mundo árabe en transformación.
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