Sumario: | Somos a duras penas, los supervivientes de una estrategia político-económica de robo a escala global, siendo la punta del iceberg las noticias sistemáticas sobre la corrupción. Tras los años de ironía y parodia posmoderna hemos experimentado una dura caída en una realidad traumática: la democracia, tras el atentado demoledor que funda el siglo XXI, da paso al "estado de excepción". Vuelve a ser necesario plantear la cuestión de las posibilidades que restan para el pensamiento crítico y la práctica artística. La completa falta de confianza en los sistemas tradicionales de representación política ha generado una serie de movimientos y revueltas que algunos interpretan como un despertar de la Historia. Precisamente cuando ha triunfado el "storytelling" en el discurso hegemónico (empresarial, mediático, burocrático o político), surgen brotes de indignación y otros modos de dar cuenta de lo que nos pasa. Arte y política en la época de la estafa global trata de ofrecer una serie de perspectivas para desplegar el debate sobre la potencialidad cuestionadora de las prácticas artísticas más allá de los planteamientos planfetarios o del (presunto) radicalismo acogido a la postre en el archivo museístico. En una época demoledora y de recortes indecentes, tal vez le quede al arte la posibilidad de ejercer el poder de la insubordinación.
|