| Sumario: | Cada uno de los capítulos de este libro examina un aspecto de la obediencia a “las puras e inmisericordes leyes” de lo que se ha llamado la necesidad logográfica, mencionada por vez primera en el Fedro, que algunos han interpretado como el primero de los diálogos de Platón, tanto en el orden de la escritura como en el de la lectura. Darse cuenta de lo que dicen las ideas, saber con quién hablar, cuándo y con quién callar, usar paradigmas adecuados, es lo que caracteriza al filósofo, cuando escribe con ciencia en el alma del lector. El tema de este libro es, por tanto, el análisis de la relación entre aquello que necesitamos transmitir, y la capacidad y libertad que tenemos para expresarlo, según las leyes de la retórica y del discurso.
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