Sumario: | La lectura del presente texto hace descubrir con gozo la asombrosa actualidad de las cartas del Apocalipsis, después de haber transcurrido ya dos milenios. Las iglesias a las que se dirige Juan, de hecho, son un espejo cristialino de las diferentes modalidades de ser iglesia que existen hoy. Así, descubrimos una iglesia de la ortodoxia (Ap 2,1-7), en la que todas las energías se emplean para defender la doctrina, aun a costa del amor; la iglesia de los movimientos (Ap 2,18-29), donde cada grupo pretende constituir la forma más verdadera de comunidad cristiana y se cree poseedor en exclusiva del mensaje puro de Jesús; la iglesia de los réditos (Ap 3,14-22), acomodada en su riqueza, tan complacida del propio poder como incapaz de anunciar el mensaje genuino de Jesús. ¿Será casualidad que la única de estas siete iglesias que ha sobrevivido a lo largo de los siglos, manteniéndose firme en medio de todas las vicisitudes de la historia sea la iglesia de Esmirna, aquella que acogió la bienaventuranza de la pobreza? (Ap 2,8-11)
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