Sumario: | En la presente obra afronta la custión "peligrosa" de los orígenes y el destino de la persona humana. El autor adopa claramente la perspectiva radical de la persona, que se halla en un orden más allá de la naturaleza humana. Se trata de una cuestión que no abunda en los tiempos modernos. La exploración, tanto en lo que se refiere al origen como al destino, requiere un esfuerzo filosófico notable, e implica la vía metafísica, no demasiado practicada en nuestros días. En este cometido, el autor se confronta con conocidos pensadores: Santo Tomás de Aquino (creyente), Friedrich Nietzsche (ateísmo) y Martin Heidegger (agnosticismo). El libro intenta la ardua tarea de "rehacer" el camino hacia Dios. Se trata, pues, de una teodicea que intenta ser sensible a la profunda convulsión y crisis de la fe en Dios que significó el escándalo de "Auschwitz". De este modo, desarrolla una teodicea "pegada" a la persona, y que se dispone a avanzar a través de ella en un sentido pasivo, es decir, descubriendo las condiciones de posibilidad de esta criatura única y excelsa que es el hombre. Finalmente, partiendo de estas reflexiones entre el origen y el destino, el autor propone una sugerente noción filosófica de tiempo.
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