| Notas: | Suele escribirse que el Chesterton más divertido y discutidos fue el juvenil y primero, el de antes de su conversión al catolicismo. Equivocadamente. Chesterton fue Chesterton desde el principio, pero también hasta final. Así lo demuestra "El hombre corriente (1936)", el último de sus libros, o al menos el último de que corrigió pruebas, y que apareció unos pocos días después de su muerte. Y también uno de los más combativos y retadores, e incluso puede que el más quijotesco entre los suyos, por su afán en arremeter contra los molinos de la modernidad; de la modernidad entendida como un molino de viento. Chesterton defiende o ataca en estas páginas al hombre corriente, el nudismo, la vulgaridad, los grandes tontos, nuesta idea del progreso o de la educación, el patriotismo ... y nos dice cosas como que existen dos tipos de vándalos : los antiguos, que destruían edificios; y los modernos, que los construyen.
Contiene: El hombre corriente ; El sueño de una noche de verano ; Sobre la lectura ; Los monstruos y la Edad Media ; Para qué sirven los novelistas ; La canción de Rolando ; La supersticion de la escuela ; El romance de un bribón ; Acerca del patriotismo ; La pantomima ; Descifrando el acertijo ; Historia de dos ciudades ; Dios y mercancías ; De Meredicth a Rupert Brooke ; Los peligros de la nigromancia ; Giotto y San Francisco ; La nueva vía ; El verdadero Dr. Johnson ; Lamentos rebelesianos ; El lbrel del cielo ; El hombre frívolo ; Dos obstinados trozos de hierro ; Henry James ; La extraña conversación de dos victorianos ; La rosa ; Cuentos de Tolstoi ; Nueva defensa de las escuelas católicas ; Vulgaridad ; El restablecimiento de la filosofía : ¿porqué? ; Vandalismo ; Elizabeth Barret Browning ; El sistema erastiano en la religión estatal ; El final de los modernos ; Walter de la Mare ; El significado de la métrica ; De una extraña ciudad ; El epitafio de Pierpont Morgan ; El nuevo fanatismo ; Libros para niños ; El perfil de la libertad ; Una nota sobre el nudismo ; Consultando la enciclopedia ; Si tuviera que predicar un único sermón ; Si don Juan de Austria se hubiera casado con la reina María de Escocia. |
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