Sumario: | ¿Cuántos y cuáles son los trascendentales? Tradicionalmente se ha considerado que todo lo que existe es esencialmente ente, uno, verdadero, bueno y bello. Ahora bien, si colocamos al ser humano como el punto de referencia objetivo y subjetivo para derivar los trascendentales, también podríamos calificar al ente como esencialmente relacional. La «relacionalidad" es la interioridad receptivo-comunicativa de un ente. Cuenta con una doble dimensión. En primer lugar, está la dimensión inmanente o el «amor natural de sí" (esse in), por la cual un ente se relaciona consigo mismo: 1) al actualizar su propia existencia (energía), 2) al unificar su propio ser (sinergía) y 3) al realizar su propia naturaleza (metergía). En segundo lugar, el ente tiene, simultánea e indisolublemente, una dimensión trascendente o «amor natural hacia otros", por la cual un ente se relaciona ad extra: 1) al recibir de otros (exergía o esse ab) y 2) al comunicarse con otros (prosergía o esse ad). La «relacionalidad" puede considerarse justamente como un trascendental por las siguientes cuatro razones: 1) el significado de relacional no implica imperfección en sí mismo; 2) está analógicamente presente en todo lo que existe; 3) es una noción evidente a la razón misma que no requiere de la ayuda de la revelación cristiana; 4) cuenta con una ratio propia, distinta de la de los demás trascendentales.
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