Sumario: | El rejuvenecimiento de la Iglesia actual pasa por los nuevos movimientos que el Espíritu está suscitando en su Iglesia. Ahora bien, es necesario regular esas nuevas realidades para integrarlas con fruto en la Iglesia. El documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Iuvenescit Ecclesia, trata, precisamente, esta importante cuestión. La presente contribución afronta una situación similar que la Iglesia naciente tuvo que afrontar en Corinto: la correcta relación entre los muchos dones carismáticos, que el Espíritu suscitaba en su comunidad, y los dones ministeriales, que regulaban dichos carismas. El ejemplo de esos muchos y variados dones provenientes del Espíritu de Cristo, cabeza de la Iglesia, que, mediante el ministerio, discierne su correcta relación, para que todos sean complementarios, puede iluminar la situación de la Iglesia actual.
|