| Sumario: | Toda peregrinación es una parábola de la vida del hombre, especialmente la del "corazón inquieto". Siemrpe se ha creído que hya unos lugares santos donde ese rostro de Dios brilla de una mnera especial. A lo largo del camino, buscando ese rostro, el peregrino tiene muchos encuentros significativos: con la geografía y la historia, con las piedras seculares, con los compañeros de peregrinación, con peregrinos de otras épocas y con las comunidades vivas que habitan hoy en esta tierra, pero sobre todo con el Jesús histórico que vivió, murió y resucitó en estos lugares y con el Cristo resucitado, Señor del universo y de la historia.
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