| Sumario: | La inculturación, aun cuando a menudo no esté incluida en las temáticas de la reforma de la Iglesia, representa —a causa de su estrecho vínculo con la evangelización— un lugar privilegiado para el aggiornamento, de tal modo que una Iglesia no comprometida en la inculturación no realiza su misión evangelizadora. Partiendo de este presupuesto, el artículo muestra ante todo las dinámicas religiosas asiáticas desde los puntos de vista de la interacción entre tradiciones religiosas y sociales y del encuentro de comunidades religiosas y políticas, y sitúa la práctica religiosa en medio de la múltiple movilidad contemporánea. Por último, a la luz de las mencionadas dinámicas identifica las áreas críticas para la inculturación y, consecuentemente, para la renovación eclesial: el lenguaje de la práctica cristiana, su compromiso en el ámbito social y su cultura corporativa.
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