Sumario: | Abundan ya los escritos sobre la crisis. Los autores han sido doblemente estimulados, pues si por una parte la crisis en sí es patente para cualquier inteligencia despierta, por otro lado, se palpa la honda preocupación colectiva por el drama de nuestro tiempo, y esta angustia incita también al meditador a examinar el problema, a ofrecer diagramas nítidos y proponer soluciones adecuadas al ansia de claridades que todos sienten. En esta serie viene a ocupar un puesto sin duda eminente el libro que tiene el lector en las manos. Desde las primeras páginas es fácil advertir que estamos en presencia de un libro excepcional por las calidades que en él concurren. El autor acredita su vena de pensador autónomo, sólido y agudo al mismo tiempo. La jerarquía del filósofo se manifiesta, tanto como en el examen riguroso de cada tema inmediato, en el tino para orientarse en la maraña del pensamiento anterior a él, revuelto caos para quien carezca de los criterios capaces de discernir en el complejo de nociones y teorías las direcciones esenciales.
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