Sumario: | Las democracias occidentales se enfrentan a graves amenazas externas. La polarización política, la incapacidad para afrontar los desafíos globales o el retroceso generalizado en los indicadores de calidad democrática son solo algunos de estos retos. Sin embargo, cada vez es más preocupante el auge de las amenazas internas, marcado por el crecimiento de los populismos y la desconfianza hacia las instituciones. Una vez que la democracia se instala en el terreno del cuestionamiento perpetuo, la cultura democrática corre el riesgo de perder su legitimidad. Para ello, es fundamental regresar a los valores que la sostienen: respeto a la diversidad y a la igualdad de todos. El papel institucional de la escuela está determinado por la cultura democrática, de la cual es protectora y reproductora. Sin embargo, una democratización de la educación mal entendida compromete la autoridad docente y, en consecuencia, la transmisión de la cultura democrática. Las relaciones entre docentes y discentes deben ser entendidas a la luz de la pedagogía. Solo así podemos garantizar el papel institucional de la escuela, así como la reproducción de la cultura democrática. Para que la ciudadanía reconozca la legitimidad de los conocimientos asociados a la democracia debe reconocer la autoridad docente que legitima su sistema de valores. Solo así, la democracia podrá garantizar su existencia y su éxito.Cruz Flores-Rodríguez es graduado en Educación Primaria, Máster Universitario de Investigación de Ciencias Sociales y Jurídicas y doctor por la Universidad de Extremadura. Profesor del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Extremadura en el área de Teo-ría e Historia de la Educación y miembro investigador del grupo GEXTHE (Grupo Extremeño de investigación en Teoría e Historia de la Educación). Autor de varios artículos en revistas de impacto y participante en numerosos congresos relaciona-dos con la Política, Teoría y Filosofía de la Educación. Su principal línea de investigación son los fundamentos políticos y filosóficos de la educción contemporánea.Miguel Martín-Sánchez es licenciado y doctor en Pedagogía por la Universidad de Salamanca con premio extraordinario, y Máster por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Profesor Titular de Universidad en el área de Teoría e Historia de la Educación en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Extremadura, en España. Ha publicado varios libros, capítulos de libros y numerosos artículos en revistas especializadas. Participa habitualmente en congresos nacionales e internacionales sobre Educación, donde expone los resultados de sus investigaciones en Pedagogía Social, Política de la Educación, Teoría de la Educación e Historia de la Educación. Es coordinador del Grupo Extremeño de investigación en Teoría e Historia de la Educación (GEXTHE).
|