Sumario: | Al final del siglo XV, y hasta la mitad del siglo XVI, la música todavía no se había independizado de la letra con la que formaba un concierto armonioso. Da la pauta el canto religioso y lo profano respeta tan inspirados ejemplos ofreciendo música cantada y canto musicado. La sociedad de corte es la que ofrece la ilustración más brillante de la textura musical del verso, tanto como de la riqueza expresiva de la música. Parece natural que filólogos y musicólogos se concierten para estudiar estos elementos de la poesía cantada de los siglos XV y XVI. ¡Pero los primeros sólo estudian la letra, los segundos únicamente el canto! De ahí surgió la idea de delimitar cuál fue el entorno en que creció y floreció la poesía cantada. Las fuentes están disponibles en el caso de las personas reales, o las partituras y tablaturas conservadas en los tratados de vihuela. Pero en la mayoría de los casos, el investigador debe reconstruir la figura de un poeta-músico, el conjunto de una obra, los versos que fueron cantados sin que nadie se molestara en apuntar la música. Toda una serie de problemas que no hubieran podido ser resueltos sin la colaboración efectiva de filólogos y musicólogos, cuyo intento queda reflejado en estas páginas.
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