Sumario: | Franz Kafka produjo su obra en el mundo alienante y burocrático del primer capitalismo y en medio de la crisis que llevaría al desmembramiento del Imperio Austro-húngaro y al estallido de la Primera Guerra Mundial. Nacido en el seno de una familia burguesa que pertenecía a la minoría judía de Praga, eligió para hacer su obra una lengua menor, el alemán, en una sociedad cuyo idioma era el checo. Sus ficciones, oscuras, alegóricas, son el resultado de una mirada diferente que reconfigura el modo de narrar lo cotidiano, desnaturalizándolo y, en este sentido, haciendo perceptible aquello que había quedado callado, invisibilizado en la experiencia de la relación hombre/mundo. Por eso, sus relatos nos hacen sentir extrañados ante aquello que estábamos acostumbrados a percibir y pensar de otro modo: revelan los aspectos siniestros, oscuros e inadvertidos de lo familiar.
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