En la ciudad de Valencia à los treinta dias del mes de Mayo de mil setecientos cinquenta y ocho años: El Señor Don Joseph de Avilès Iturbide, del Consejo de su Magestad, Brigadier de sus Reales Exercitos, Intendente General de los Reynos de Valencia, y Murcia, Corregidor, Real Administrador, Juez particular, y privativo de las Rentas, y Abastos de esta Ciudad. Dixo: Que enterado de las muchas providencias que se han tomado por sus antecessores para mantener las calles en el mejor estado que conviene à la utilidad, y comodidad publica, consumiendo en su compostura crecidas sumas de caudales, sin aver podido lograr el conservarlas en aquella perfecta forma à que han aspirado, tanto para el mas comodo transito de los coches, y carruages, como de la gente de à pie, y de à cavallo..