Sumario: | El presente libro responde al horizonte de las preocupaciones del autor, en la medida que se considera a sí mismo personalista comunitario. En el terreno de la psicología, el personalismo comunitario, habiendo tenido los mejores mimbres para hacer una buena cesta, no la hizo. ¿Y cómo salir de este trance? Fundamentando. Nadie goza de bulas ni de atajos argumentativos, hay que ahorrarse a ser posible polémicas y tediosas argumentaciones -sordera prelocutiva no es mejor sordera poslocutiva, ni a la inversa- y trabajar mucho más si se quiere atender al sufrimiento y al dolor, que están llegando a ser intolerables. La casi insólita aportación de hoy consiste en argumentara favor de la primacía (no la prioridad) del conocimiento amoroso respecto del intelectual; sin ignorar que también el amor puede ser fuente de error, el amor conoce más y mejor (...)
Este libro, por su parte, quiere hacerse cargo del sufrimiento, cargar con él más allá de las teoría en liza, y responderle con esperanza.
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