| Sumario: | Queremos recordar la memoria del sabio encarnado en este caso, en la figura de D. Julio Caro Baroja como parte esencial de nuestra cultura, de la historia tanto universitaria como académica, así como de nuestra herencia intelectual, no solo como un personaje clave de un período concreto, sino como un investigador cuyo legado sigue siendo válido y de actualidad, en relación a una inmensa obra polifacética que incluye una revisión no solo metodológica sino de contenido desde los orígenes de España y la conservación de formas de vida hasta su paso pro las Edades Media, Moderna e incluso Contemporánea.
No es solo esto, los que le hemos conocido en persona podemos hablar del relato histórico en su intimidad, del testimonio de los años que van del desastre del 98 a la II República, la guerra y el franquismo o a través de personajes como Azorín, Ortega, Unamuno, Valle Inclán, sus tíos Pio y Ricardo Baroja, incluso sus padres, el editor Rafael Caro Raggio y su madre Carmen, y su hermano Pío Caro, y desde la suya propia, una de las ópticas más honradas, imparciales, inteligentes y entrañables. Una independencia de criterio que debe ser hoja de ruta en todo investigador.
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