Sumario: | El padre Pedro Langa, agustino y agustinólogo, ha sido quien, con su saber, con su bien hablar y buen decir, ha dado voz, timbrada, suave y persuasiva, al 'primer hombre moderno', como alguien ha definido al de Tagaste. Durante casi dos años nos ha hecho conocer, más aún, saborear -saber es saborear- el mensaje agustiniano; y no sólo a nosotros, los que lo hemos recibido como primicia en la laboriosa grabación radiofónica, sino también a los radioyentes, y ahora igualmente al lector que se asoma a estas páginas con el espíritu en desazón -o en quietud- y con azogue en la mente, buscando o recreándose en el Dios de Agustín. La labor del profesor del Augustinianum ha sido -y así aparece en este libro- la de poner a nuestro alcance, en entrañable cercanía, el pensamiento de San Agustín (...). Pedro Langa ha sabido, luminosamente, trasmitir a nuestros radioyentes, con su voz, un Agustín asequible; esa parte del Obispo de Hipona que va más allá de reflexiones y estudios de especialistas.
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