Sumario: | A través de sus densas páginas, rebosantes de belleza y calidad, saboreamos la prosa agustiniana, la profundidad de su teología, el ejemplo incomparable de su testimonio vital. Es libro para la erudición y libro también para la oración. Nos ayuda, en efecto, a conocer el Cristo de san Agustín, es decir, el fruto de la reflexión del obispo de Hipona sobre la figura del Redentor y el Verbo humanado. Pero, más aún, este libro nos ayuda a orar. Los textos agustinianos no se quedan en la mera erudición, sino que nos interpelan y nos abren al diálogo de amor con Cristo, solo posible para el alma que, traspasada la ciencia, ha encontrado y gustado la verdadera sabiduría. Cristo, Patria y Camino, es meta anhelada y realidad donada, clave del presente y semilla de plenitud. Tomados de la mano por san Agustín sigamos las huellas de Cristo, que deber ser para nosotros, como lo fue para él, nuestro amor y nuestra esperanza en el tiempo y para la eternidad.
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