Sumario: | La protección de los menores y de las personas vulnerables es parte integrante del mensaje evangélico que la Iglesia y todos sus miembros están llamados a difundir por el mundo. De hecho, el mismo Cristo nos ha confiado el cuidado y la protección de los más pequeños e indefensos: "El que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe" (Mt 18, 5). Por tanto, todos tenemos el deber de acoger con generosidad a los menores y personas vulnerables y crear un entorno seguro para ellos, teniendo como prioridad sus intereses. Esto requiere una conversión continua y profunda, en la que la santidad personal y el compromiso moral puedan contribuir a promover la credibilidad del mensaje evangélico ya renovar la misión educativa de la Iglesia. (Papa Francisco, Motu Proprio, Sobre la protección de menores y personas vulnerables, 26 de marzo de 2019)
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