Sumario: | El psicoanálisis tiene que afrontar cada vez más una clínica en la que los trastornos narcisistas se evidencian como riesgo de fragmentación, pérdida de vitalidad, alteraciones de la autoestima. De allí la necesidad de repensar el narcisismo para dar cuenta de ese movimiento donde el objeto se transforma en sujeto a través de las vicisitudes pulsionales y su devenir identificatorio. No habrá teoría del sujeto si no se dilucida el trayecto entre la discriminación transubjetiva y la aceptación de la alteridad y el devenir. ¿Es el trastorno narcisista una debilidad yoica? ¿Se refiere a una pobreza de la autoestima? ¿O se trata de una patología del carácter? Luis Hornstein propone ejes que, respetando la diversidad del narcisismo, organizan su clínica: el sentimiento de sí -que se ve afectado en los casos fronterizos, la paranoia y la esquizofrenia-, el sentimiento de estima de sí -deficitario en los casos de depresión y melancolía-, la indiscriminación del objeto histórico y el actual -propio de las relaciones narcisistas- y, por último, el desinvestimiento narcisista, entendido como una clínica del vacío. Para su análisis, el autor se nutre de la metapsicología freudiana y posfreudiana, de la clínica y de ciertas temáticas transdisciplinarias, como los sistemas abiertos, la determinación y el azar, y las teorías de la complejidad. Resulta indispensable -sostiene el autor- confrontar el psicoanálisis con estas nuevas formas de pensamiento, no sólo para evitar los riesgos del reduccionismo, sino para alcanzar un psicoanálisis verdaderamente contemporáneo con su presente.
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