Sumario: | Muchos cristianos piadosos e incluso algunos asiduos de la oración no llegan hasta el final de la experiencia orante, hasta la contemplación; ante esta carencia, algunos recurren a otras ofertas espirituales que quizás tampoco les satisfacen.
La contemplación nos conduce a un nivel de experiencia que no consiste en ver con los ojos corporales sino en llegar hasta el fondo del ser donde nos encontramos con Dios. Eso es lo que gustaron los grandes místicos que se han convertido en paradigma para nosotros, Willigis Jäger nos acerca a ellos: Evagrio Póntico, el maestro Eckhart, Margarita Porète, el autor anónimo de La nube del no-saber y sobre todo Juan de la Cruz, el gran místico cuyas experiencias son también aceptadas y valoradas por algunas escuelas budistas, como el zen.
También hoy, algunas personas que se empeñan en entrar en su interior para encontrarse allí con Dios, nos ofrecen sus experiencias. Este libro nos ayuda a aumentar el número de contemplativos mostrándonos el camino místico-cristiano de la contemplación. En este camino, también ayuda el cuerpo por lo que el libro incluye algunos ejercicios adecuados para este tipo de oración.
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