Sumario: | La sorpresa inicial al zambullirse en esta novela va dando paso a una intriga creciente que atrapa por medio de sutiles mecanismos de la trama y del lenguaje. Tras siete historias anedóticas se levanta el testamento de una época -de 1949 a 1984- y de unos seres entrañables que calan en el lector con una prosa contenida y hermosa, bañada en ternura y socarronería. Desde la aparente simplicidad de una narración cada vez más llena de recovecos y de sorpresas, el lector descubre en estas páginas algo o mucho de sus orígenes y de sí mismo gracias a unas relatorías rurales contadas desde dentro, a la lucha a dentelladas de una mujer en la gran ciudad, a los sentimientos más secretos de unos personajes conmovedores. En La gaznápira hay antropología, historia y crónica de nuestro tiempo, pero sobre todo el libro supone un regalo sensorial para quien ame la literatura. La emoción que perdura más alla del último párrafo obliga a releerla.
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