Sumario: | Somos un don original, recibido gratis para entregarlo a los demás sin guardarlo con egoísmo en las cisternas de nuestras codicias donde se pudre la vida. Nuestra tarea más importante consiste en disponerse al don inaccesible, abiertos a lo imposible, para recibirlo (pasividades) y para recrearlo marcándolo con nuestra propia originalidad y compartirlo (actividades).
Necesitamos cuidar la hondura central del misterio donde únicamente existimos en plenitud, donde somos don, donde la vida nueva nos sorprende. Ese es nuestro fondo donde nos abrimos al mismo tiempo, e inseparablemente, al infinito y a la realidad cotidiana, al instante y a la eternidad, a todos los demás y al yo más verdadero. Disponerse al don es la sabiduría fundamental de la vida. Nuestra cultura, con sus tecnologías aceleradas hasta el vértigo, el imperio de las modas que cambian su piel a cada instante, y el individualismo autosuficiente no lo favorece. La prisa aborta gestaciones. Pero es posible disponernos si mantenemos un diálogo profundo con nuestra realidad, porque en esa misma aceleración de un "mundo desbocado" ya se gesta escondido y silencioso el don impredecible del Espíritu.
BENJAMÍN GONZÁLEZ BUELTA es un jesuita español con una intensa experiencia de inserción entre los pobres. Ha vivido treinta y siete años en la República Dominicana, donde fue maestro de novicios y Provincial. Actualmente es encargado de la formación final de los jesuitas ("tercera probación") en Cuba. En Sal Terrae ha publicado numemrosos libros de espiritualidad, entre ellos: El rostro femenino del Reino / Tiempo de crear / Caminar sobre las aguas / La humildad de Dios/ La pascua de los sentidos / Letra pequeña. La cotidianidad infinita.
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