De la Belleza En el culto y en la vida eclesial
Entre las actividades más nobles del ingenio humano se cuentan, con razón, las bellas artes, principalmente el arte religioso y su cumbre, que el el arte sacro. Estas, por su naturaleza, están relacionadas con la infinita belleza de Dios, que intentan expresar de alguna manera por medio de obras hum...
Autor Corporativo: | |
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Otros Autores: | , , , , |
Formato: | Libro |
Idioma: | Castellano |
Publicado: |
Barcelona :
Centro de Pastoral Litúrgica
2018
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Colección: | Cuadernos Phase ;
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Materias: | |
Ver en Bibliotecas Diócesis Teruel: | https://kohasociados.upsa.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=148235 |
Sumario: | Entre las actividades más nobles del ingenio humano se cuentan, con razón, las bellas artes, principalmente el arte religioso y su cumbre, que el el arte sacro. Estas, por su naturaleza, están relacionadas con la infinita belleza de Dios, que intentan expresar de alguna manera por medio de obras humanas. Y tanto más pueden dedicarse a Dios y contribuir a su alabanza y a su gloria cuanto más lejos están de todo propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras para orientar santamente los hombres hacia Dios. Por esta razón, la santa madre Iglesia fue siempre amiga de las bellas artes, buscó constantemente su noble servicio, principalmente para que las cosas destinadas al culto sagrado fueran en verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbolos de las realidades celestiales. - Sacrosanctum Concilium 122 Para transmitir el mensaje que Cristo le ha confiado, la Iglesia tiene necesidad del arte. En efecto, debe hacer perceptible, más aún, fascinante en lo posible, el mundo del espíritu, de lo invisible, de Dios. Debe por tanto acuñar en fórmulas significativas lo que en sí mismo es inefable. Ahora bien, el arte posee esa capacidad peculiar de reflejar uno u otro aspecto del mensaje, traduciéndolo en colores, formas y sonidos que ayudan a la intuición de quien contempla o escucha. todo esto, sin privar al mensaje mismo de su valor trascendnete y de su lado de misterio. La Iglesia necesita, en particular, de aquellos que sepan realizar todo esto en el ámbito literario y figurativo, sirviéndose de las infinitas posibilidades de las imágenes y de sus connotaciones simbólicas. Cristo mismo ha utilizado abundantemente las imágenes en su predicación, en plena coherencia con la decisión de ser Él mismo, en la Encarnación, icono del Dios invisible. -- Juan Pablo II, Carta a los artistas. Una recopilación de textos muy diversos tanto en su estilo como en la manera de plantear la cuestión, sobre la belleza en el culto a lo largo del siglo XX. |
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Notas: | Referencias bibliográficas a pie de página |
Descripción Física: | 90 páginas ; 21 cm |
ISBN: | 9788491651161 |