Sumario: | Este libro, un poco insólito en nuestro medio tan urbano, occidental aunque de ciudades trazadas en base a grillas reticuladas, y en una Facultad en que ha primado el pensamiento y la reflexión basada en cánones externos al continente, trata no sólo sobre las ciudades sino sobre la forma en que se construyó el conocimiento sobre ellas, de las personas y mecanismos intelectuales que lentamente fueron colocando los ladrillos necesarios para edificar esa estructura, a veces endeble por cierto, pero que ya existe; dicho en forma simple: cómo se logró que unas ruinas desconocidas para Occidente fueran entendidas, comprendidas e interpretadas; y de los errores, los caminos recorridos inútilmente y las causas de estos desvíos. ¿En qué medida los estudios recientes sobre los asentamientos y el territorio maya sufren de los mismos problemas que los estudios sobre la estructura interna de todas las ciudades prehispánicas? Este texto intenta revisar el recorrido de estos estudios, sus resultados y mostrar lo que se ha logrado y lo que conlleva como carga historiográfica producto de la misma evolución del conocimiento tanto arqueológico como de historia urbana y de la arquitectura. Muestra cómo algunos conceptos relacionados con las formas del uso social del espacio surgieron y se aceptaron; y cómo, a pesar de la información arqueológica contraria ya existente en ese entonces, se fueron igualmente difundiendo. Fue necesario mucho trabajo y medio siglo para lograr romper con eso y aceptar la compleja urbanización de estas grandes ciudades, para luego comenzar a estudiar su entorno y su territorio. Esta obra trata de revisar estos problemas y entender así el estado actual del tema.
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