Sumario: | Este libro mpieza con la idea de un cambio de paradigma que llama, entre otras transformaciones, a la mundialización económica, con sus consecuencias en los Estados y sus implicaciones en la violencia; y termina defendiendo que el sujeto, e incluso el sujeto individual, sean ubicados en el corazón de la reflexión. En resumen, parece pedir, al principio, que nos interesemos a fenómenos generales "macro", y termina, en lo más lejano aparentemente de su inspiración inicial, recentrándose en lo que hay de más "micro", la persona singular, en su subjetividad y casi, en su intimidad. Poner en relación la violencia y el sujeto, no es para nosotros, proponer un enfoque psicológico, es defender para que se sea en la violencia el trabajo del sujeto, o del anti-sujeto, ubicado en contextos o situaciones de las cuales hoy hay que saber tomar en cuenta las dimensiones globales.
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