Sumario: | Los santos no son desplazamiento de la Belleza de Dios ni ensordecimiento de su Palabra, sino la humilde verificación en la historia de los hombres de que esa Palabra se sigue escuchando y esa Belleza se puede contemplar. Ellos se convierten así en el más hermoso testimonio del Señor resucitado, testigos de esa presencia y revelación. «San Francisco era verdaderamente un icono vivo de Cristo» (Benedicto XVI). Es lo que de un modo precioso reconoce la Iglesia en esos rostros como ya enseñaba la Didaché. San Francisco de Asís es una de las historias de santidad más enraizadas en el Evangelio, atravesando los siglos y generando en su grande familia espiritual, todos los registros de una santidad encarnada en el tiempo de cada época y en los lares de cada espacio. El Poverello es, por eso, una compañía que nos ayuda con discreción a llegar a ese destino para el que cada uno nacimos, que no es otro que la santidad cristiana. Una compañía que acompaña nuestra fidelidad, no una suplencia que desplaza nuestra libertad -- Contracubierta
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