Sumario: | La Constitución española de 1978 configura un modelo educativo que descansa en un objetivo primordial: el libre desarrollo de la personalidad. La consecución de esta finalidad exige el reconocimiento de todo un haz de derechos y deberes que se encuentran en estrecha conexión con la libertad de creencias o convicciones. La interrelación existente entre el derecho a la educación y la libertad de toda persona a adoptar las creencias o convicciones de su elección y actuar conforme a las mismas constituye el objeto de esta investigación. En este contexto se plantea la necesidad de afrontar el estudio pormenorizado de cuestiones todavía nada pacíficas, entre otras, la enseñanza de la religión en la escuela, la educación para la ciudadanía o la presencia de simbología religiosa en el ámbito educativo.
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