Sumario: | En nuestros tiempos, la mentalidad militar es aún más peligrosa que antes porque las armas ofensivas han llegado a ser mucho más potentes que las defensivas. Así pues, esto lleva necesariamente a la guerra preventiva. La inseguridad general que acompaña a esta situación requiere el sacrificio de los derechos civiles del ciudadano en favor del supuesto bienestar del Estado. La caza de brujas política y todo tipo de control (control de la enseñanza, por ejemplo, de la investigación, de la prensa, etcétera) parecen entonces inevitables. Por ello, no se encuentran con la resistencia popular que, de no ser por esa mentalidad militar, proporcionaría cierta protección. Desde el momento en que todo lo que no sirve claramente a los fines utópicos se considera inferior y se trata como tal, se produce un paulatino replanteamiento de todos los valores.
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